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El Defensor del Pueblo de Navarra sugiere que se abra un debate sobre la carga de las tareas escolares y su conciliación con la vida familiar

25 noviembre 2010

El Defensor del Pueblo de Navarra, Francisco Javier Enériz Olaechea, ha recogido la inquietud de algunos padres y madres de alumnos de primaria y secundaria, sobre la elevada carga de tareas escolares que sus hijos tienen que realizar en casa y la incidencia que estas provocan en la vida familiar, y ha sugerido al Departamento de Educación y al Consejo Escolar de Navarra que “se impulse un amplio debate social en el que, con la participación de los distintos representantes de la comunidad educativa (alumnos, padres y profesores) y de otros expertos, se reflexione sobre la conveniencia y el volumen de las tareas escolares que se manda realizar a los alumnos en casa”.

Según la información proporcionada por dichos padres y madres al Defensor del Pueblo de Navarra, en la mayoría de los centros escolares de Navarra las tareas que los alumnos tienen que realizar en casa les exige una dedicación media de casi dos horas al día. Dato que coincide con el que, por otra parte, recogen las conclusiones del informe que el Consejo Escolar de Navarra elaboró en diciembre de 2009.

También señalan los padres que muchas de estas tareas no pueden ser realizadas únicamente por sus hijos y necesitan su apoyo o el de profesores o academias particulares. Esto da lugar a desigualdades entre unos y otros alumnos, al no disponer todos los padres y madres del mismo tiempo, conocimientos, nivel cultural o económico para ayudar a sus hijos en el desarrollo de las tareas escolares.

Además, estas tareas escolares fuera del horario lectivo se califican por los profesores y forman parte del expediente académico. Debido a ello, estos padres y madres consideran imprescindible, para una educación en condiciones de igualdad, que sean los profesores del centro escolar los que impartan en horario lectivo los conocimientos técnicos adecuados, puesto que los padres no dominan ni las metodologías del currículo que se imparte, ni están obligados a hacerlo.

“La pretensión de estos padres y madres no es desentenderse de sus obligaciones, ni de sus responsabilidades, sino, todo lo contrario, asumirlas y conciliar la vida familiar y escolar” –señala Javier Enériz–. La propuesta de estos padres persigue poder disfrutar y educar en familia a sus hijos e hijas, y trabajar junto con ellos otros aspectos de la vida, diferentes de los escolares, que permitan un desarrollo íntegro de la personalidad de los hijos, como son: relacionarse, cultivar sus aficiones, dedicar tiempo al ocio, a la cultura o a los espectáculos, realizar tareas de la vida doméstica y familiar, y educarlos en los valores y principios básicos de cada familia, disponiendo del tiempo que les corresponde como padres para compartirlo con ellos.

Por todo ello, el Defensor del Pueblo de Navarra ha sugerido al Departamento de Educación y al Consejo Escolar de Navarra, como representantes de la Administración educativa, que se abra un debate social en el que se reflexione sobre si es necesaria o no la carga de trabajo fuera del horario escolar, las desigualdades que dicha carga pueda originar entre los alumnos, la necesaria conciliación de la vida familiar y escolar, si es procedente o no la calificación académica de estas tareas escolares extrahorarias, la incidencia negativa que el desarrollo de ellas tiene en la vida familiar y en la propia del alumno, así como sobre la necesidad o conveniencia de que dichas tareas se puedan desarrollar exclusivamente en el centro escolar.

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