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El Defensor del Pueblo de Navarra da una conferencia en el Palacio del Condestable titulada "Conflictos y Retos de la Sociedad Globalizada".

07 septiembre 2009

CONFLICTOS Y RETOS DE LA SOCIEDAD GLOBALIZADA

SALUDO Y AGRADECIMIENTO.

Buenas tardes, arratsalde on denei.

En primer lugar, permítanme que agradezca a la Universidad Pública de Navarra y a mi anterior casa, el Instituto Navarro de Administración Pública, su invitación y su confianza para poder estar hoy aquí con todos ustedes y reflexionar sobre los conflictos y retos de la sociedad globalizada.

Mi agradecimiento tanto a Jesús Ramón Loitegui Aldaz, Director del ciclo de conferencias, compañero Director del Servicio de Formación del INAP y Presidente del Colegio de Psicólogos de Navarra, como a Pedro Charro, en representación de la UPNA, siempre tan humano y culto, por sus amables palabras de presentación, y, en definitiva, a todos ustedes por su presencia y atención.

Y mi recuerdo más sentido y profundo a mi buen amigo Ignacio Bandrés, Director Gerente del INAP, que falleció hace unos pocos días, y que hoy, al menos, para mí, está aquí más presente que nunca en este primer acto del INAP sin él en que me toca participar. Gracias, Ignacio, por ser mi jefe, mi maestro en la Administración y, lo más importante, mi amigo, con quien, como canta Serrat, compartí años de vivencias, mucho humor y confidencias.

PLANTEAMIENTO. EL PROBLEMA DE LA DEFINICIÓN.

Entro ya al tema que nos trae. Me corresponde hablar sobre los conflictos y retos de la sociedad globalizada, es decir, de lo bueno y de lo malo que nos ha traído ya la globalización.

Desde luego, no tengo una bola de cristal para poder ver y desvelar los retos del futuro. Pero sí que hay algunos indicios que nos permiten adivinar el futuro más inmediato a partir de lo que ya vemos en el presente o de las proyecciones de las tendencias actuales, con todas las prevenciones que sea necesario hacer porque cualquier hecho o fenómeno de importancia internacional pueden dar al traste con las hoy más fiables predicciones.

Otro problema a añadir es el referido a lo difícil que se hace definir con exactitud qué es la “globalización”.

SENTIDO ESTRICTO.

En un sentido estricto, se ha entendido la globalización como un proceso fundamentalmente económico. La Real Academia Española define en su Diccionario este término como “la tendencia de los mercados y de las empresas a extenderse, alcanzando una dimensión mundial que sobrepasa las fronteras nacionales”.

La “globalización” se vincula, en este concepto estricto, con los conceptos de economía (estructura), mercado, multinacionales, movimientos de capitales, mercancías y trabajadores, por encima de lo nacional.

Por tanto, este fenómeno de la globalización consistiría en la creciente integración de las distintas economías nacionales en una única economía de mercado mundial. Se aspira a un mercado mundial por encima de las fronteras de los Estados. Es una aspiración espontánea, ajena a la dirección de los organismos internacionales y nacionales, en los que los Estados y sus organizaciones supranacionales van detrás del proceso y no en cabeza, aunque a veces pueda parecer lo contrario. Los verdaderos agentes son los miembros del mercado.

Los factores que impulsan el desarrollo de esta globalización en su sentido estricto serían la apertura de los mercados nacionales, las fusiones entre empresas y multinacionales, la eliminación de las empresas públicas, la privatización de los servicios públicos, y la desregulación financiera internacional a favor del libre comercio mediante los tratados de libre comercio.

Por su parte, los beneficios potenciales de la globalización en sentido económico serían una mayor eficiencia del mercado que aumenta su competencia disminuyendo el poder monopolista, las mejoras en la comunicación y la cooperación internacional que puede llevar a un mejor aprovechamiento de los recursos, el impulso del desarrollo científico-técnico al ser lucrativo, la mayor capacidad de maniobra del mercado frente a las fluctuaciones de las economías nacionales, la eliminación de las barreras de entrada del mercado laboral, financiero y de bienes y servicios.

Por otro, los riesgos, insisto de la globalización en su sentido estrictamente económico, serían la irresponsabilidad de las empresas y de las multinacionales (el Estado se subordina al mercado), el aumento de desequilibrios económicos, sociales y territoriales (la desigualdad), el descuido de los índices de desarrollo humano (las llamadas brechas) y el aumento de la pobreza, la búsqueda del beneficio por encima de la calidad, la pérdida de los factores (incluidos los recursos humanos) que no se adapten a la competencia.

Voy a ser “marxista” unos minutos. No de Groucho, sino de Carlos (1818-1883). Estuve una vez en Tréveris (Alemania), Trier, viendo su casa natal en la calle Bruckenstrasse, muy cerca de la Plaza del Mercado (¡ya es casualidad!) y de la calle central (Simeon strasse) que une con la Porta Nigra, donde están hoy los comercios, tiendas y productos que encontramos en cualquier centro urbano moderno: McDonalds, H y M, Mango, Zara, etcétera… Si Marx levantara la cabeza le daría un patatús y quemaría el Manifiesto Comunista y el Capital (si hubiera visto la que armó en el siglo XX, pues seguramente también lo haría: Stalin, Mao, Pol Pot…). Evidentemente, eran otros tiempos los de Marx distintos de los de hoy.

LA GLOBALIZACIÓN EN SENTIDO AMPLIO.

En un sentido amplio e incluso vulgar, la globalización supera la dimensión económica y alcanza las dimensiones más variadas. Me voy a detener en estas:

  1. La CULTURAL (las nuevas tecnologías de la información, la televisión –ej., del mundo árabe-, el cine (norteamericano y europeo), la capacidad para viajar de un punto a otro del planeta a una rapidez increíble, el turismo internacional, el conocimiento del inglés o de más lenguas extranjeras…);
    • Dentro de las nuevas tecnologías (las TIC), encontramos ya un primer problema. Es lo que se llama la brecha digital o el analfabetismo electrónico. Afecta sobre todo a las personas mayores, inmigrantes, discapacitados, pero también a los jóvenes. Desde el punto de vista demográfico, no existen diferencias notables de acceso a las TIC entre jóvenes de áreas urbanas y jóvenes de áreas rurales, ni tampoco por sexo, mientras que se observan significativas diferencias en el acceso a las TIC en función de la renta del hogar de los niños. En España, por CC AA existen notables diferencias en el acceso de las TIC. Los niños de Cataluña, La Rioja y Aragón son los que más acceden a Internet, mientras que los de Extremadura, País Vasco y Asturias son los que más usan el móvil. Tanto para móvil como para Internet, Murcia, Galicia y Ceuta registran niveles muy bajos. Además, los niños españoles se encuentran entre los que menos usan las TIC en Europa.
    • Por lo tanto, no toda la población utiliza internet, ordenadores, correo electrónico, blogs, móviles conectados a banda ancha (16 millones en España) y demás. El porcentaje varía según países y regiones. España ocupa el lugar 16 de los países europeos en el uso de internet por la población. Los primeros son Noruega, Finlandia, Suecia, Dinamarca y Holanda. Según datos de 2009, en España el 45% de los hogares está conectado a internet, el 97% de las empresas de más de 10 trabajadores están conectadas (el primer lugar de Europa junto con Francia y Malta) y el 53% de las empresas de menos de 10 trabajadores (diez puntos por debajo de la media). El resto no está conectado al nuevo mundo tecnológico.
    • Navarra ocupa junto con Madrid, Cataluña y País Vasco, el cuarto lugar como región española más desarrollada en la utilización de internet. Las regiones que menos Murcia, Galicia, Comunidad Valenciana y Castilla y León. En Navarra, el 60% de los hogares se conecta a internet y aumenta más el porcentaje según haya menores de 16 años (hasta superar el 70%). Los jóvenes son el futuro en internet, y los mayores se encuentran en una situación de desconocimiento.
    • La Administración electrónica. La Comunidad Autónoma con el máximo nivel de desarrollo on-line en 26 servicios públicos evaluados es Asturias, con una diferencia de nueve puntos sobre Andalucía y Navarra, que comparten la segunda posición. Asturias tiene 23 servicios en Etapa 4 (lo que significa un 100% de gestión on-line), mientras que Andalucía y Navarra tienen 20 servicios. Les siguen Madrid, País Vasco y Galicia.
    • El conocimiento del inglés. Sólo el 23% de los españoles dice hablarlo bien o muy bien (mucho se me hace). Es la lengua del futuro, el nuevo latín. Junto a él aparecen el español (¿la primera lengua en EE UU en 2050?) y el chino mandarín.
  2. La LABORAL, donde se exigen más y más conocimientos técnicos y una mejor preparación científica, se demanda al trabajador más predisposición para la movilidad física (no sabemos dónde acabarán trabajando y viviendo nuestros hijos: si cerca de Pamplona o en Taiwán) y funcional, se paga peor (aparecen los mileuristas como la gran clase media de menos de 40 años), la contratación no es fija, aparecen los eventuales, los discontinuos y los becarios como mano de obra barata, los peores puestos se dejan a los inmigrantes porque no los quiere la población autóctona, con la crisis económica aumenta el paro, las pequeñas empresas cierran por no poder obtener financiación ni hacer frente a sus deudores, por la caída de ingresos, las grandes empresas, frenan sus inversiones e inician expedientes de regulación de empleo (EREs), etcétera.
  3. Otra dimensión es la MEDIOAMBIENTAL: el cambio climático, como uno de los más grandes problemas inmediatos de la humanidad, con la desaparición de los polos y de los glaciares (la desaparición del Ártico es buscada para facilitar el mercado marítimo y la explotación de los recursos naturales submarinos, principalmente los energéticos), el calentamiento del mar y su profetizado aumento (de 4 a 9 metros), las inundaciones de las costas tierra adentro, los huracanes (más y mayores) y la pérdida de tierras cultivables, la movilización de millones de personas y los conflictos por la tierra; el imparable consumo energético y el debate sobre las fuentes de energía (¿nuclear sí o no?, ¿son viables las renovables?), la destrucción de los hábitats naturales, los residuos de toda clase que se acumulan…
  4. La POBLACIONAL: el crecimiento de la población del planeta y la distribución de los recursos alimentarios y del agua (hoy, vamos hacia los 7.000 millones, y en 2050 se habrán alcanzado, según las previsiones, los 10.000, estando fijado el límite de capacidad alimentaria total en los 12.000 millones). A ello se une la concentración de la mayor parte de la población en grandes núcleos urbanos multirraciales, en los que se agudizan las desigualdades entre el centro rico y los barrios (slums) pobres, mientras se abandona el campo. No hay más que ver esa delicia de película que es Slum millionaire, ganadora de los oscars, o la de “El Gran Torino” de Clint Eastwood.
    La migración del sur al norte, tan masiva, tan dramática en lo personal (el cayuco, el profundo y extenso muro marítimo del Atlántico, el alto muro de EE UU, la creciente verja de Ceuta y Melilla…), tan cruel en su respuesta muchas veces (la expulsión de poblaciones en algunos países, como la rumana de Italia, denunciada por la Comisión Europea). Migración que se verá acrecentada con el cambio climático y la desaparición de las ciudades costeras. Ligada a la migración, la aparición de la xenofobia y del racismo ante el multirracismo, como lo demuestran los procesos electorales de los Estados europeos (Francia, Holanda, Austria, Suiza, la parte flamenca de Bélgica, los partidos neonazis en Alemania, Italia...).
  5. EL ENVEJECIMIENTO DE LA POBLACIÓN: En España, de cada 3 personas una será mayor de 65 años en 2050 (hoy se acerca al 20%) y hoy ya hay más personas de 65 años que de 16. Las perspectivas de vida se sitúan en Navarra hoy en mujeres en los 85 años y en los hombres en 80 años, por encima de la práctica totalidad de la media europea. Somos de los más longevos del mundo. Hay que prepararse para crear un mundo de personas mayores: cambiar los servicios sanitarios y sociales y hacerlos aptos para estas personas y sus problemas, aumentar las residencias (sobre todo, crear un sistema público), los centros de día, apoyar a las familias que conviven con mayores, cambiar la ciudad y los pueblos, eliminar barreras, aumentar espacios de encuentro, aumentar la cultura, el ocio y la formación de los mayores. Asegurar el sistema público de pensiones y no amenazarlo con recortes.
  6. LA PRIVATIZACIÓN DE LOS SERVICIOS PÚBLICOS y su conversión en servicios económicos de interés general, es decir, en grandes empresas privadas capaces de competir y comprar o venderse o formar grandes multinacionales. Telefonía, gas, electricidad, petróleo, etcétera. Las multinacionales llegan incluso a tener más poder real que los propios Estados y su dominio se convierte, en ocasiones, en una guerra política oculta.
  7. LA RESISTENCIA ISLÁMICA, arraigada a sus costumbres y a la desigualdad entre el hombre y la mujer (la necesaria revolución en pro de la igualdad de la mujer ha sido puesta de manifiesto hasta por Gadafi), con una oposición ante la democracia capitalista occidental tan radical y violenta en sus extremos que, cuando no es el puro terrorismo con sus atentados, es una guerra abierta que se desarrolla en extensos parajes de África y Asia.
    Esto origina la imposición por algunos o todos los Estados occidentales de medidas de seguridad dentro de sus fronteras, muchas de ellas restrictivas de derechos fundamentales del Estado de Derecho, como el período máximo de internamiento en centros policiales, la incomunicación en la detención, el aislamiento en prisión, los malos tratos físicos o psicológicos, la limitación y control de viajeros (botellita de agua); imágenes de torturas y de malos tratos que dan la vuelta al mundo y que dejan la huella de que los bárbaros son los occidentales, restando autoridad a los valores occidentales.
    Hablo de la resistencia islámica por no hablar de la resistencia amazónica o africana, que ni es resistencia ni es nada: es pura extinción física de culturas con sus lenguas y tradiciones.
    Y también hay o no desaparece un terrorismo étnico, relacionado ahora parcialmente con la globalización, que la alienta en vez de reducirlo, al presentarse ese terrorismo nacionalista para determinados sectores sociales como algo romántico, bucólico y opuesto a la pérdida de la cultura propia (ETA contra el TAV).
  8. La dimensión de LOS BLOQUES GEOESTRATÉGICOS: tenemos un mundo dividido en una gran potencial mundial y en grandes potencias regionales. En la segunda mitad del siglo XX el mundo ha vivido dividido en dos grandes bloques, el occidental (que defiende la democracia y los derechos humanos) y el oriental (que defendía el comunismo y la dictadura del proletariado). El occidental, a su vez, instalaba, mantenía o apoyaba ciertas dictaduras (Nicaragua, Chile, Argentina, Paraguay, Uruguay, Yakarta…) y regímenes feudales (Arabia Saudí, Kuwait) o similares (Persia) a lo largo del planeta, con el fin de que no avanzara el socialismo. Dos bloques enfrentados en una llamada guerra fría, que se convertía en caliente y bien sangrienta en determinados momentos y lugares: Corea, Vietnam, Egipto (Canal de Suez), Israel, Angola…
    La caída del muro de Berlín, el desmoronamiento de la Unión Soviética (algo impensable) y de todos sus Estados satélites, la unificación de Alemania… cambiaron todo esto. Ahí nació de verdad la globalización, se reforzó con la I Guerra del Golfo y adquirió carta de naturaleza con la caída de las Torres Gemelas y lo que vino después. Se pasó de un mundo bipolar (Washington-Moscú) a otro mundo. Pero, ¿qué mundo? ¿Monopolar (EE. UU) o multipolar (EEUU, China, la UE, Rusia, la India, Irán…)? Realmente, no está el mapa cerrado. Entre todos ellos juegan su papel de gallos en el corral planetario o regional, a los que se añaden una colonia de gallos menores (¿es el G-20 el nuevo gobierno de la globalización mundial?), además de un problema Palestino-Israelí que desequilibra el panorama mundial sin visos de solución a medio plazo.
  9. En lo POLÍTICO, aparece la duda sobre la relación entre la globalización y el nacionalismo. ¿Avanza o retrocede el nacionalismo con la globalización? ¿El No de Holanda a la Constitución Europea significa un avance en la globalización o es un efecto de rechazo? ¿Las reticencias de la República Checa o, en menor medida, de Irlanda, por no hablar del Reino Unido, al Tratado de Lisboa esconden un nacionalismo “antiglobalización”? ¿Los populismos latinoamericanos no son un voto negativo a la globalización de los menos pudientes? ¿El auge de los partidos de extrema derecha en Europa no son otra cosa que la antiglobalización y la nostalgia del retorno a un nacionalismo étnico o la apuesta por un nacionalismo nuevo socioeconómico? ¿Quieren todos los pueblos dejar sus características propias a favor de un modelo uniforme u homologable?
  10. La SANITARIA: que tanta alarma crea, cuando no es la gripe A, es otra enfermedad, las vacas locas, la gripe aviar, la fiebre aftosa…, las crisis alimentarias. Vivimos de susto en susto: las embarazadas, las madres y padres respecto de sus hijos, las personas mayores, los jóvenes, etcétera. Lo que se tapa es las muertes por alcohol, por tabaco, por malos hábitos alimentarios y físicos, por accidentes de coche, accidentes laborales o domésticos. Por no hablar de las guerras: 5 millones en el Congo (la guerra con mayor número de muertes desde la II Guerra Mundial); ni, peor aún. de las hambrunas: 1.100 millones de personas las padeces y están desnutridas en todo el mundo (sobre todo en África) y nadie habla de ello: ¡están tan lejos!
    En los países occidentales más avanzados económicamente, la salud se convierte en la primera preocupación de los ciudadanos: la sanidad se convierte en un asunto de primera magnitud (tanto en Norteamérica, donde Obama se encuentra en su momento más bajo de popularidad por la reforma sanitaria que quiere impulsar, parecida a la española; como en Europa, donde el gasto sanitario ocupa uno de los primeros, sino el primero, de los gastos públicos, y se propone cada equis años recortarlo).
    Y entre esas enfermedades aparecen, como una epidemia moderna, las producidas por el estrés, la ansiedad, la angustia, la depresión, el hartazgo por la prisa y por correr, por el perfeccionismo en todo, la soledad, el distanciamiento, etcétera. Son las nuevas enfermedades psíquicas producidas por el mundo urbano acelerado. Frente a ellas surge ahora el movimiento slow (al que yo me apunto): el vamos más lento, el no me agobie ni te agobies, el vive el día y no corras…
  11. La SOCIAL: donde los más vulnerables socialmente, bien por razones económicas (escaso salario o desempleo), bien por razones físicas (los discapacitados), de edad (los jubilados) o de enfermedad mental (abandonados muchos de ellos a su suerte, vagando por la calle), encuentran las prestaciones sociales, económicas y sanitarias del sector público, que tanto ha costado reconocer hasta hace poco, denegadas, amenazadas o restringidas cada vez que llega una crisis económica. En esa crisis, se habla de las reformas estructurales (¿cúales?), de la austeridad en el gasto público (¿en dónde?), de la rebaja de impuestos directos y de la elevación de los indirectos (vuelta a pagarla los más débiles), de reducir burocracia (esto está bien si se quiere realmente reducir burocracia y hacer una Administración ágil), etcétera.
  12. Así, se vuelve a hablar de QUITARLE FUERZA AL ESTADO SOCIAL, la forma de organización política que, tras muchos años de lucha y de esfuerzo, han asumido varios Estados (los europeos, fundamentalmente) para luchar contra la miseria, la incultura, el desvalimiento, y por la igualdad de oportunidades entre todos los ciudadanos.
    Este debate se acentúa con cada crisis económica. Se dio con motivo de la crisis de 1973, se llevó a cabo una reforma seria (un retroceso de las pensiones) en la década de los ochenta, se volvió a plantear en los noventa (el resultado fue la privatización de los servicios públicos) y vuelve a plantearse ahora, otra vez con las pensiones, los impuestos, los servicios sociales y sanitarios, educativos y otros, y se pretende dejar al Estado como el policía encargado de la seguridad pública en lo que pueda (y en lo que no pueda, que los más pudientes contraten guardas jurados, vigilantes, etc).
  13. Curiosa y contradictoriamente, quienes menos apoyan esa forma de Estado social y critican su excesivo intervencionismo en el mercado nacional e internacional, no dudan en llamarlo en su auxilio cuando la economía pinta bastos y llegan crisis como la última financiera que estamos viviendo. Entonces, el Estado y el dinero del contribuyente es necesario para que los bancos no quiebren (Fortis iba a quebrar este año, lo ayuda el Estado belga, se gasta parte del dinero en una fiesta de sus directivos por todo lo alto y ya tiene 800 millones de euros de beneficios, esto tan solo en meses). O que los bancos y cajas tomen prestado dinero del Estado al 1% y lo pongan en Letras del Tesoro al 2 y pico por ciento en vez de trasladarlo a los más necesitados.

FINAL.

Concluyo ya. La globalización es un fenómeno complejo, es un mundo nuevo en el que nos ha tocado vivir, cambiante a una velocidad increíble, una auténtica revolución: el mundo que no es ni de los más mayores, ni de los más jóvenes, ni de la clase media, ni de los Estados, ni siquiera de las empresas, ni de nadie…

Es un mundo plural, civilizado, urbano, donde las razas y las culturas comparten las ciudades: la anglosajona, la mediterránea, la árabe-musulmana, la oriental, la latinoamericana, la hindú, la africana, la rusa…, y esas razas, culturas y tradiciones chocan más de lo deseable (por eso, se habla de buscar una “alianza de civilizaciones” para convivir en paz y no para la guerra, expresión a la que, por cierto, no sé porqué se ridiculiza, porque no es una ocurrencia de Zapatero, sino que ha sido defendida por muchos librepensadores años antes), y es un mundo medioambiental amenazado.

El mundo globalizado es un gran imperio lleno de taifas, con un emperador que no lo domina todo, pero que influye o parece que influye en todo; un magma en plena ebullición que no se solidifica y que, cuando lo haga, si es que lo hace, no sabemos todavía como será y cómo nos afectará.

Tal vez lo único que hayamos descubierto es que el nuevo mundo es dinámico, acelerado e inconstante frente a siglos de historia que, cuando más atrás miramos, eran más estables o los cambios tardaban décadas o siglos. Y es un mundo de incertidumbre. Nuestro principal conflicto es que tenemos que vivir con esa incertidumbre, con nuevos miedos y a una velocidad que nos supera (se le llama el mundo de la “alta velocidad”), y nuestro reto es aprender a vivir así, a estar preparados los que puedan y todos a adaptarnos con flexibilidad, cierto escepticismo y mucho humanismo, tranquilidad y humor a las nuevas circunstancias (que no nos superen en lo anímico) de un mundo y una cultura internacional, que, como todas, más pronto o más tarde, desaparecerá, sustituida por otra.

Mientras dure el nuevo mundo globalización, nuestros retos deberán ser los de siempre: tener confianza en las personas y en los valores y derechos humanos y en su respeto por todos; en apostar por la libertad, la tolerancia, la igualdad y la justicia como los grandes principios de la civilización; en practicar la convivencia pacífica y serena entre las distintas culturas que haya; y en ayudar solidariamente al débil (como dice el comandante en esas películas bélicas norteamericanas: “Nosotros nunca dejamos atrás a uno de los nuestros”). Con los líderes adecuados, la ciencia, la educación, la voluntad férrea de de hacerlo, si no entre todos juntos, sí entre una gran mayoría, estamos a tiempo de mejorar lo que hoy hay y de construir en paz una globalización con rostro y espíritu humanos y no solamente mercantil, que sea nuestra nueva confortable casa y la de nuestros hijos.

DESPEDIDA.

Muchas gracias por su atención y, sobre todo, por su paciencia. Me pongo a su disposición para hablar de esto o de lo que ustedes consideren más oportuno. Eskerrik asko bihotzetik.

Francisco Javier Enériz Olaechea,

Defensor del Pueblo de Navarra

Nafarroako Arartekoa.

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