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La Fundación Varazdin es un ejemplo de cómo el trabajo puede transformar vidas. Esta empresa de inserción social, formada por un equipo de 70 personas, la mayoría en riesgo de exclusión social, abre sus puertas a quienes más lo necesitan. Sus empleados, seleccionados y apoyados por los servicios sociales de base y por los equipos de incorporación sociolaboral, encuentran aquí no solo una oportunidad laboral, sino también un camino hacia la dignidad y la integración.
Varazdin realiza, en ese sentido, una amplia gama de actividades que abarcan desde servicios auxiliares para la industria, hostelería, limpieza y jardinería, hasta el reciclaje y las reformas. También llevan a cabo una tarea única: la desinfección de vasos reutilizables usados en fiestas, contribuyendo al cuidado del medio ambiente. Lo que los distingue es que el 100 % de los beneficios que obtienen se reinvierte en la propia empresa para seguir generando impacto.
Las oportunidades de empleo que ofrecen tienen una duración de tres años, un tiempo en el que muchas personas logran la preparación y la confianza necesarias para integrarse plenamente en el mercado laboral. Cada año, cinco trabajadores consiguen dar ese salto definitivo hacia la estabilidad laboral
En su afán por seguir creando futuro, Fundación Varazdin ha lanzado un nuevo proyecto: Ecosiembra, una nueva empresa de inserción social ubicada en el Valle de Orba. Esta iniciativa en el sector primario apuesta por los trabajos apícolas, en jardinería y plantación de lavanda. Pero Ecosiembra es mucho más que un emprendimiento económico; también busca conectar a las personas con la naturaleza y la sostenibilidad a través de futuras visitas a sus instalaciones.
A partir de ahí, sus rseponsables lamentaron que aún no se cumple la reserva del 6 % de empleo para personas en riesgo de exclusión social establecida por la Ley de Discapacidad. A pesar de competir en igualdad de condiciones con otras empresas, enfrentan barreras que solo pueden superarse con un compromiso real de las instituciones y la sociedad.
Por su parte, el Defensor del Pueblo de Navarra, consciente de estas necesidades, ha ofrecido su apoyo para canalizar y atender las demandas de Varazdin.
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