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Osasuna
Gaia: Las condiciones de la UCI Pediátrica del Hospital Universitario de Navarra y los reiterados traslados de la misma, que perjudican a la calidad de la atención prestada a los niños, niñas y familias afectadas.
Consejera de Salud
Señora Consejera:
1. El 2 de enero de 2023 esta institución recibió un escrito presentado por [...], en nombre del equipo de la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátrica del Hospital Universitario de Navarra, mediante el que formulaba una queja por las condiciones de dicha unidad.
En la queja se exponía lo siguiente:
“Nuestra unidad consta de 6 camas para niños entre el mes de vida y los 14 años, un rango muy amplio de tamaños. Actualmente somos 12 enfermeras y 6 TCAEs y somos reforzadas cuando el índice de ocupación es más de 4 camas por otras 6 enfermeras y 6 TCAEs compartidas con Neonatología.
En Febrero de 2007 iniciamos nuestra andadura. En Octubre de 2016 se produce el primer traslado a la nueva UCI pediátrica dentro de la UCI de adultos
En Marzo de 2020 con motivo de la primera ola de COVID, fuimos desplazados de nuevo (2º traslado) para que en nuestra UCI entrarán enfermos de COVID. Permanecimos allí 4 meses y volvimos a la UCI de adultos (3º traslado).
En Octubre 2020 se produce el 4º traslado a la CMA de adultos, que estaba sin estrenar y que adaptaron para nuestro servicio
El 8 de noviembre de este año se decide arreglar la climatización y de nuevo nos trasladamos a otra ubicación (5º traslado) hasta la finalización de la obra (aprox. unos 3 meses). Teniendo en cuenta que aún nos queda volver y que estamos a la espera de una ubicación definitiva, tenemos que contar con mínimo otras 2 mudanzas más, lo que significa que hemos afrontado 4 mudanzas en 6 años.
Todos estos emplazamientos han sido ubicaciones adaptadas de otros servicios, reacondicionando el espacio para que entraran nuestros aparatos y adaptándolos a nuestras necesidades. Han supuesto inversiones económicas, parches. Siempre han estado alejados del edificio Materno -Infantil, apartados de la urgencia de pediatría y de la planta de hospitalización. Hay que destacar que lo que se trasladaba era una UCI, con sus pacientes críticos, sus familiares. Todos estos traslados se han realizado con pacientes, con la responsabilidad y el riesgo que supone trasladar a un paciente crítico pediátrico, muchas veces conectado a respiradores y bombas de infusión. Han sido muchas las promesas sin que ninguna se haya cumplido
El momento en que se produce el último traslado es sin duda, el peor sitio de cuantos hemos tenido. En plena ola de bronquiolitis tenemos que atender a los niños muy pequeños en una sala común, donde el lugar para cada cama es tan estrecho que apenas cabe el aparataje, los padres y los sanitarios. Tenemos dificultades diarias para gestos tan sencillos como alcanzar una toma de oxígeno.
Pero más allá de estas condiciones es necesario poner el foco en que volvemos a la misma UCIP de la URPA, que no hay una nueva UCIP como se ha querido trasladar, o por lo menos no a corto plazo
Será la sexta mudanza y es la misma sala abierta y reacondicionada (es un trozo de la CMA de adultos, dentro de la zona quirúrgica) en el edificio de la general, sin apenas luz natural y sin espacios con intimidad para niños y familias (niños desde el mes hasta los 14 años), sin confidencialidad y con deficiencias además a nivel técnico que hacen muy difícil el trabajar.
No es una ubicación amable con los niños ni con las familias. Los niños y familias seguirán presenciando técnicas invasivas, reanimaciones, lloros de otros niños, noticias buenas y malas compartidas, falta de sueño, desorientación por no saber si es de día o de noche… y lo más grave, despedidas de otros niños. Así es, los niños fallecen entre biombos y los padres y otros familiares despiden al niño en un ambiente nada adecuado para ello.
No sé si han tenido la desgracia de perder a un familiar en el hospital, pero tanto en planta como en las UCIs se respeta al máximo ese duelo y se deja a ese paciente solo en la habitación para que la familia pueda despedirse íntimamente. Este no es el proceder en el caso de los niños porque no contamos con la infraestructura adecuada para ello.
No podemos tolerar que estos últimos momentos sean de esta manera tan inhumana.
El propio ingreso en una UCI supone una situación de estrés psicológico para el niño y sus familias. Según los estándares y recomendaciones del Ministerio de Sanidad, las UCIs deben de estar dotadas de boxes individuales, “no se recomiendan las salas abiertas por razones de privacidad, condiciones ambientales y control de infecciones”.
Tenemos 2 boxes de aislamiento que tampoco cumplen con las recomendaciones. Son muy pequeños, no tienen luz natural y los niños se desorientan. En ese cubículo tienen que estar también los padres y no dispone de WC individual.
Los padres tienen que salir por la zona quirúrgica para ir al WC, no hay un timbre para entrar, sino que tienen que llamar al teléfono y esperar que les podamos ir a abrir. Muchos padres toman la determinación de no beber ni agua para no salir al WC. Tampoco tienen ducha donde asearse, sino que se les permite ir a la planta y usar las duchas de ese servicio.
En otros hospitales españoles pioneros en pediatría (San Joan Deu, Niño Jesús…), la decoración es más amable, más acorde con la psicología infantil. Hemos decorado varias UCIp con la colaboración de asociaciones y donaciones particulares, quedándose la decoración por las distintas unidades que hemos pasado.
Después de esta explicación de nuestra situación procedo a realizarle la petición de que interceda en favor de los niños Navarros para que de una vez , nuestros políticos tomen cartas en el asunto y consigan una UCIP que pueda hacer la estancia esta unidad más humana y que respete los derechos de los niños Navarros .
Nosotras por nuestra parte acudiremos a la comisión de salud del parlamento el próximo día 11 de enero”.
2. Seguidamente, esta institución se dirigió al Departamento de Salud, solicitando información al respecto.
El citado departamento ha informado:
“Actualmente la UCI Pediátrica está dotada con espacios y personal para poder atender un máximo de 6 pacientes cumpliendo las ratios de personal de referencia.
La unidad se formó en el Hospital Virgen del Camino en febrero de 2007 en espacios disponibles próximos a la UCI Neonatal. En octubre de 2016 se trasladó a un espacio en la UCI B del antiguo hospital Virgen del Camino para dar respuesta a algunos de los aspectos de mejora detectados por los profesionales y la dirección del hospital. Se incrementó un 50% su superficie, de 61,4 m2 disponibles a 96,94 m2. Mantenía su capacidad de 4 camas y la posibilidad de utilizar en caso de necesidad alguno de los boxes individuales de aislamiento de la UCI de adultos. El cambio de ubicación no requirió actuaciones complejas ni costosas, requiriendo una inversión de 57.695 euros. No daba respuesta a todas las especificaciones realizadas por los profesionales por lo que se continuó trabajando entre la dirección del hospital y los profesionales en un proyecto de mejoras encaminado al desarrollo de la UCI Pediátrica en 2017 y 2018.
En abril de 2019 desde el Servicio de Pediatría se presenta un documento con la necesidad de redimensionar la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos del HUN. En noviembre de 2019 la Gerencia del CHN comienza a trabajar con el Servicio de Pediatría para transformar dicho documento en un plan funcional de nueva Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos.
Los traslados de servicio ocurridos durante la pandemia Covid-19 han afectado a la UCI pediátrica del mismo modo que a muchos otros servicios del hospital por lo que su valoración debe realizarse teniendo en cuenta este contexto
En octubre de 2020, con el objetivo de mantener la capacidad de respuesta de la UCI de adultos y la atención a pacientes en UCI pediátrica se adaptó un nuevo espacio en el CMA recién construida para atender a los pacientes de UCI Pediátrica. Se aprovechó para aumentar la capacidad de atención de pacientes en UCI pediátrica y ampliar sus instalaciones.
En cuanto a la realización de las actuales obras de climatización, obras necesarias, se acometieron en cuanto la situación epidemiologia de la Covi-19 permitió acometer este tipo de obras en el hospital. Previamente se realizó la obra de mejora de la UCI Neonatal que se trasladó a la misma ubicación que se ha trasladado la UCI Pediátrica, sin incidencias respecto a la atención prestada. Finalizadas las obras de la UCI Neonatal se acometieron las de la UCI Pediátrica.
Todos los traslados referidos estaban justificados o por intervenciones de mejora o por las necesidades originadas por la pandemia.
Todos los traslados se han realizado con los procedimientos y medidas de precaución necesarias y no se han producido incidencias adversas para los pacientes.
El espacio de la CMA al que retorna la UCI pediátrica ha sido adaptado al máximo posible a los requerimientos planteados por los profesionales, aunque con las limitaciones que marcaba el espacio de partida. Incluye dos boxes aislados, que ahora se habilitan con sistemas de presión positiva y negativa para permitir aislamientos de pacientes inmunodeprimidos o infecciosos o para necesidades concretas de aislamiento de otros tipos y hasta 4 puestos en zona abierta. Se va a mejorar igualmente el acceso a dicha unidad por parte de los familiares y visitas. Esto supone ampliar la superficie disponible de los 96,94 m2 hasta los 300 m2. La inversión necesaria para adaptar este espacio ha sido de 613.170 euros añadido a la inversión proporcional de la obra de la CMA estimada en 454.2243 euros. Total, 1.067.414 euros. Todas estas mejoras suponen una inversión que permanece en el hospital y nos capacita para dar respuesta a lasnecesidades que pueden surgir en cualquier momento, tal y como se ha demostrado durante la pandemia Covid 19.
Todas estas actuaciones se han acometido en el contexto de la pandemia Covid 19. Simultáneamente, en enero de 2020, el Servicio de Pediatría elaboró la propuesta de plan funcional de la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos, que incluye Proyecto de Unidad de Cuidados Medios de Pediatría y Plan Funcional de la UCI-P/Cuidados Intermedios que está en revisión entre la Dirección del CHN y los profesionales del Servicio de Pediatría para su implantación. La primera propuesta de profesionales requería una superficie aproximada de 1000 m2 redimensionada a 800 m2. Una planta completa del edificio maternoinfantil ocupa aproximadamente 1.300 m2. Este simple dato da un indicativo de la envergadura de la propuesta.
Aspiramos a estándares de hospitales de referencia nacional e internacional en patología pediátrica como el Hospital San Joan de Deu o el Hospital del Niño de Jesús y aspiramos a la excelencia. Por este motivo seguimos trabajando en mejorar las instalaciones de la UCI Pediátrica en el Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea. Los planteamientos de excelencia que defienden los profesionales y el Servicio Navarro de Salud requieren una elevada inversión en profesionales, infraestructuras, equipamientos y material sanitario, por lo que deben ser planificados en el contexto de las disponibilidades presupuestarias del Departamento de Salud.
Para poder desarrollar el proyecto propuesto se requiere acometer la reforma integral del edificio materno infantil del Hospital Virgen del Camino. Disponemos de unos Estudios Previos para la Mejora de la Hospitalización Maternal del HVC realizados en 2017. Para que dicha reforma sea posible se requiere en primer lugar recrecer el edificio de Urgencias Pediátricas completando las 4 plantas posibles para su recrecimiento. En una estimación inicial por metros cuadrados, el recrecimiento del edificio requiere una inversión de 8.125.185 €, y la reforma del edificio materno infantil existente unos 13,7 millones de euros.
Los siguientes pasos a realizar son, la licitación y elaboración del anteproyecto/proyecto de obra, licitación y adjudicación de la obra y realización de la misma. Para 2023 disponemos de una partida vía enmienda para financiar el proyecto de la UCI pediátrica por un importe de 125.000 euros.
Simultáneamente se han realizado las acciones necesarias para mejorar la organización funcional de la unidad, la contratación y capacitación del personal, la fidelización mediante comisiones de servicio y la mejora del equipamiento de la misma.
Se adjunta la siguiente documentación:
· Anexo I: Estimación Presupuestaria de inversión necesaria
· Anexo II: Plantilla
· Anexo III: Actividad”.
3. Como ha quedado reflejado, la queja se presenta por trabajadoras de la UCI Pediátrica del Hospital Universitario de Navarra, que vienen a denunciar las deficientes condiciones de dicha unidad, así como los reiterados traslados de la misma, que perjudican a la calidad de la atención prestada a los niños, niñas y familias afectadas.
Por parte del Departamento de Salud, se ha emitido el informe transcrito. Se explican las actuaciones realizadas y las previstas, concluyéndose de lo informado es pacífica la necesidad de acometer reformas en la UCI Pediátrica.
4. La Ley Foral 17/2010, de 8 de noviembre, de derechos y deberes de las personas en materia de salud en la Comunidad Foral de Navarra, en sus artículos 19 y siguientes, se refiere a los derechos de los colectivos más vulnerables y merecedores especial protección, entre ellos los menores.
El artículo 19.1 dispone que:
“De conformidad con el principio de humanización de la asistencia sanitaria, tanto profesionales como centros sanitarios que atiendan a personas usuarias que pertenezcan a colectivos que merezcan una especial protección, tales como personas mayores, personas con discapacidad, personas que padecen trastornos mentales, en especial cuando se encuentren en situación de dependencia, menores de edad, personas con enfermedades crónicas, enfermedades raras, terminales, víctimas de maltrato, drogodependientes, inmigrantes, colectivos en riesgo de exclusión social como las minorías étnicas y, en general, grupos concretos en riesgo de exclusión social, deberán procurar una atención personalizada y adecuada a sus circunstancias personales, que favorezca el respeto y cumplimiento de los derechos de esta ley foral”.
El artículo 20.1 establece que “la administración sanitaria velará de forma especial por los derechos relativos a la salud de los menores, de conformidad con las previsiones contenidas en la Ley Foral 15/2005, de 5 de diciembre, de Promoción, Atención y Protección a la Infancia y a la Adolescencia de la Comunidad Foral de Navarra, y demás normativa aplicable” (referencia que ha de entenderse hecha actualmente a la vigente Ley Foral 12/2022, de 11 de mayo, de atención y protección a niños, niñas y adolescentes y de promoción de sus familias, derechos e igualdad).
La misma ley foral recoge, en su artículo 29.1, que “toda persona tiene derecho a ser atendida en un medio que garantice su intimidad, con especial respeto a su cuerpo durante la realización de los exámenes de diagnóstico, consultas y tratamientos médicos o quirúrgicos, cuidados, actividades de higiene y demás actuaciones sanitarias”.
Y dispone, en su artículo 30, que:
“En los centros hospitalarios del sistema sanitario público de Navarra o concertados con éste, se garantizará la disponibilidad de habitaciones individuales cuando las especiales circunstancias del paciente lo precisen, conforme a lo que reglamentariamente se establezca. El ejercicio de este derecho no podrá suponer un menoscabo del derecho a la asistencia sanitaria de otros usuarios del sistema.
La política del sistema sanitario público de Navarra será la de ampliar progresivamente este derecho a todos aquellos pacientes que lo soliciten según las posibilidades futuras del propio sistema sanitario”.
5.La Ley Foral 12/2022, de 11 de mayo, de atención y protección a niños, niñas y adolescentes y de promoción de sus familias, contempla, en su artículo 19, el derecho a la protección de salud.
El precepto recoge, entre otras determinaciones, que “en los centros sanitarios, cuando sea necesario el internamiento de menores, se posibilitará la existencia de espacios adaptados a la infancia (…)”.
Se prevé, asimismo, que, en el sistema de salud público de Navarra, se mantendrán una serie de orientaciones, entre ellas la de “humanización, que se aplicará en todo caso en ámbitos como la atención amable y cuidados en momentos como el nacimiento y lactancia y los cuidados paliativos pediátricos”.
Esta ley foral, a modo de directriz general, recoge el principio de prioridad presupuestaria, según el cual “la Administración de la Comunidad Foral contemplará en sus presupuestos, de forma prioritaria, las actividades de prevención, detección de dificultades de forma temprana y activación de medios para resolverlas, promoción, atención, formación, protección, reinserción, integración y ocio de los menores de esta Comunidad Foral, incrementando los mismos, como mínimo, en la misma medida en que se incremente el techo de gasto cuando haya incrementos. En caso de que el techo de gasto no se incremente se mantendrán, si las necesidades derivadas del objeto de esta ley foral no han disminuido”.
6.Las condiciones de los centros hospitalarios y, en concreto, las de una unidad tan sensible como la de cuidados intensivos, son susceptibles de generar un efecto negativo en los derechos de las personas menores afectadas.
A la vista de lo denunciado en la queja y de lo informado por el Departamento de Salud, se ve preciso formular una sugerencia, a fin de que, a la mayor brevedad posible, y con las dotaciones presupuestarias que sean necesarias, se mejoren la situación y condiciones de la UCI Pediátrica, en orden a garantizar de la forma más adecuada los derechos de las niñas y niños afectados y de sus familias.
7.En consecuencia, y en ejercicio de las facultades que le atribuye el artículo 34.1 de la Ley Foral 4/2000, de 3 de julio, la institución del Defensor del Pueblo de Navarra ha estimado necesario:
Sugerir al Departamento de Saludque, a la mayor brevedad posible, y con las dotaciones presupuestarias que sean necesarias,se mejoren la situación y las condiciones de la UCI Pediátrica del Hospital Universitario de Navarra, en orden a garantizar de la forma más adecuada los derechos de las niñas y niños afectados y de sus familias.
De conformidad con el artículo 34.2 de la Ley Foral 4/2000, de 3 de julio, del Defensor del Pueblo de la Comunidad Foral de Navarra, procede que el Departamento de Saludinforme, como es preceptivo, en el plazo máximo de dos meses, si acepta esta resolución, y, en su caso, las medidas adoptadas para su cumplimiento.
De acuerdo con lo establecido en dicho precepto legal, la no aceptación de la resolución podrá determinar la inclusión del caso en el Informe anual correspondiente al año 2023 que se exponga al Parlamento de Navarra con mención expresa de la Administración que no haya adoptado una actitud favorable cuando se considere que era posible.
A la espera de su respuesta, le saluda atentamente,
El Defensor del Pueblo de Navarra
Nafarroako Arartekoa
Patxi Vera Donazar
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