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Resolución del Defensor del Pueblo de Navarra (13/402/V) por la que se recuerda al Ayuntamiento de Allín su deber legal de resolver por escrito y de notificar en plazo a la promotora de la queja las peticiones y escritos que le haya presentado en relación con la denuncia de la existencia de ganado en los terrenos inmediatos a su vivienda, así como su deber legal de adoptar las medidas de protección de la legalidad urbanística que sean necesarias en relación con el vallado al que se refiere esta queja, garantizando que cumple con la legalidad y con las condiciones de cierre debidas. Asimismo se le recomienda que inste la revisión oportuna de tales espacios para que, por quien proceda (él o el Concejo correspondiente), determine si se está produciendo una ocupación indebida de terreno público.

2013 uztaila 19

Hirigintza eta Etxebizitza

Gaia: Instalación de corral doméstico infringiendo estancias.

Funcionamiento entidades locales

Alcaldesa del Valle de Allín

Estimada Alcaldesa:

 

  1. Como recordará, el 31 de mayo de 2013 tuvo entrada en esta institución un escrito presentado por doña […], mediante el que formulaba una queja por la instalación por sus vecinos de un corral doméstico próximo a su vivienda.

    La promotora de la queja exponía que:

    1. Tienen una vivienda situada en el concejo de Zubielqui, perteneciente al Ayuntamiento del Valle de Allín, y los propietarios de la finca que limita con la suya han colocado en ella un corral con tres caballos y un perro.

       

    2. Para limitar el corral, han puesto un vallado que no cumple ninguna normativa. Además, según su opinión, se están aprovechando de su fachada, en la cual tienen una puerta y una ventana que ya no pueden utilizar (no pueden acceder a su casa por ese lado).

       

    3. Han puesto este problema en conocimiento del Ayuntamiento, pero todavía no han recibido respuesta por escrito.

       

    4. El Decreto Foral 148/2003, que entiende que es de aplicación a su caso, define el concepto de corral doméstico y la distancia mínima respecto a las casas.
  2. Admitida la queja, me dirigí al Ayuntamiento de Allín solicitándole que emitiera informe sobre la cuestión suscitada.

    Recibida el informe del Ayuntamiento, en él se hace constar lo siguiente:

    En relación con la queja formulada por Dª […], relativa al corral doméstico que han instalado sus vecinos y que limita con su vivienda en Zubielqui.

    Vengo a INFORMAR:

    1. Existe un escrito de D. […] solicitando permiso para corral doméstico, para dos caballos en la parcela 296 del pol. 2 de Zubielqui. Esta solicitud todavía no ha tenido contestación por parte del Ayuntamiento. Fecha entrada: 30 de mayo de 2013.
    2. En relación con el vallado al que aluden, tienen licencia de obras del ayuntamiento así como autorización del Gobierno de Navarra. Ahora bien, en relación con la ejecución del citado cierre, se le comunicó que desde el Ayuntamiento se desconocía si cumplía las condiciones el cierre y que el técnico municipal pasaría a revisarlo.

      Para su conocimiento, le informo que el técnico municipal no está en plantilla y viene al Ayuntamiento cada 15 días, salvo temas urgentes que pongan en peligro la integridad física de personas, que considero que no es el caso.
      A día de hoy, estamos esperando informe del técnico en cuanto al cierre ejecutado.

    3. En cuanto a aprovechamientos de fachada vecinal y otras cuestiones y en espera del informe técnico, este Ayuntamiento no entra a dilucidar problemas entre vecinos por considerarlos de naturaleza civil.
    4. Finalmente decir que han puesto en conocimiento del Ayuntamiento el problema, y que por la misma vía, correo electrónico, se les ha contestado. Adjunto copia de los citados correos. Aunque no quede constancia, han efectuado llamadas al teléfono particular de la alcaldía que han sido debidamente atendidas.”
  3. La queja plantea tres cuestiones: a) La posible ilegalidad de la ubicación del corral doméstico (integrado por tres caballos y un perro) en el casco urbano, en un terreno contiguo a su vivienda. b) La instalación de un vallado, que, a su juicio, no cumple la normativa. Y c) el aprovechamiento por los vecinos de su fachada, que tienen una ventana y una puerta que ya no pueden utilizar.

    Con respecto a la primera cuestión, la tenencia de ganado en el terreno contiguo a su vivienda ha quedado solucionada, dado que, según la información suministrada telefónicamente por el Ayuntamiento, el ganado ha sido retirado. El Ayuntamiento señala que los terrenos en que se ubicaba el ganado tienen la calificación por el planeamiento urbanístico de infraestructuras previstas, por lo que, en consecuencia, urbanísticamente, no procedería allí la admisión o instalación de ganado.

  4. Por lo que se refiere a la instalación de un vallado, el Ayuntamiento informa que sus promotores tienen la preceptiva licencia municipal urbanística, así como la también preceptiva autorización del Gobierno de Navarra, pero que, no obstante, el Ayuntamiento desconoce si dicho vallado cumple las condiciones de cierre exigidas, por lo que consideró conveniente que pasase un técnico municipal a revisarlo. Dicha visita, según información del Ayuntamiento, se produjo el día 13 de junio de 2013.

    No obstante, a pesar de la visita del técnico, el Ayuntamiento todavía no ha dado respuesta por escrito a la autora de la queja a esta cuestión, señalando el Ayuntamiento que están esperando el informe del técnico en cuanto al cierre ejecutado, y añadiendo que el técnico, al no estar en plantilla, va al Ayuntamiento cada quince días, salvo temas urgentes.

    A la vista de lo señalado, esta institución ve oportuno recordar al Ayuntamiento su deber legal, de conformidad con el artículo 42 de la Ley 30/1992, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común, de emitir una resolución expresa y de notificarla en plazo y forma, que dé información a la interesad, acerca de la cuestión que esta plantea, para que conozca si el vallado que le afecta cumple las condiciones exigidas.

    Además, en caso de que el vallado no cumpla tales condiciones, es deber del Ayuntamiento de Allín adoptar las correspondientes medidas administrativas para obligar al promotor o propietario de ese vallado a que cumpla con las condiciones urbanísticas de cierre que sean exigibles, así como informar de ello a la autora de la queja en cuanto interesada y accionante público.

  5. En cuanto a la tercera cuestión, referida al aprovechamiento o uso indebido de su fachada, dado que los vecinos tienen una ventana y una puerta que ya no pueden utilizar, el Ayuntamiento afirma que se trata de una cuestión de relaciones de vecindad entre propietarios de inmuebles vecinos, que forma parte del Derecho civil, por lo que debería ser resuelta a través de los cauces establecidos para resolver los conflictos surgidos entre particulares.

    Sin perjuicio de que ello sea así, a esta institución le surgen dudas de si con el cierre del vallado los propietarios de la casa titular del ganado no se está ocluyendo el fin de un camino público o calle que da acceso a dos viviendas, una de ellas la de la autora de la queja y la otra la titular del ganado, además de ocupando una explanada que pudiera ser de uso común o público. Por ello, esta institución, sin prejuzgar si es una calle o camino público o privado, y si parte de los terrenos en que desemboca esa calle son públicos o privados, cree necesario recomendar al Ayuntamiento de Allín que inste la revisión oportuna de tales espacios para que, por quien proceda (él o el Concejo correspondiente), determine si se está produciendo una ocupación indebida de terreno público y, en tal caso, se adopten las medidas oportunas para la defensa de tales terrenos de titularidad pública y, en consecuencia, el desmonte del vallado en la parte que proceda.

    Con mayor razón procede esta recomendación, si esos terrenos están calificados por el planeamiento como de infraestructuras previstas, según indicación telefónica del Ayuntamiento, lo cual hace pensar todavía más que pueden ser espacios públicos, de uso público o de uso común, en cuyo caso vendría obligada la intervención del Ayuntamiento o de la entidad local correspondiente para la defensa de la titularidad o uso público de los mismos.

  6. En razón de lo anterior, y en ejercicio de las funciones que me atribuye el artículo 34.1 de la Ley Foral 4/2000, de 3 de julio, del Defensor del Pueblo de Navarra, he considerado oportuno dirigir al Ayuntamiento de Allín los siguientes recordatorios de deberes legales y la siguiente recomendación:
    1. Recordar al Ayuntamiento de Allín su deber legal de resolver por escrito y de notificar en plazo a la promotora de la queja las peticiones y escritos que le haya presentado en relación con la denuncia de la existencia de ganado en os terrenos inmediatos a su vivienda, así como en relación con la existencia de un vallado en dichos terrenos.
    2. Recordar al Ayuntamiento de Allín su deber legal de adoptar las medidas de protección de la legalidad urbanística que sean necesarias en relación con el vallado al que se refiere esta queja, garantizando que cumple con la legalidad y con las condiciones de cierre debidas.
    3. Recomendar al Ayuntamiento de Allín que, bien por él, bien por el Concejo, y sin prejuzgar si se trata de una calle o de un camino público o privado, y si parte de los terrenos en que desemboca esa calle son públicos o privados, inste la revisión oportuna de tales espacios para que, por quien proceda (él o el Concejo correspondiente), determine si se está produciendo una ocupación indebida de terreno público y, en tal caso, se adopten las medidas oportunas para la defensa de tales terrenos de titularidad o uso públicos.

 

De conformidad con el artículo 34.2 de la Ley Foral 4/2000, de 3 de julio, el Ayuntamiento del Valle de Allín dispone de un plazo máximo de dos meses para comunicarme, como es preceptivo, si acepta estos recordatorios de deberes legales y esta recomendación, en su caso, las medidas adoptadas o adoptar al respecto.

Quedo, por tanto, a la espera de su respuesta.

Atentamente,

El Defensor del Pueblo de Navarra

Francisco Javier Enériz Olaechea

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